Los dos primeros cuartos fueron parejos. Los dos equipos lideraban el marcador, aunque ya en el segundo, los rusos empezaron a despegarse en la puntuación.
Ya en el tercero, las cosas fueron claramente para los occidentales, que llegaron a tener una diferencia de 11 puntos (61 a 50). Y en el cuarto, las cosas se emparejaron y, de ahí hasta el final, fue todo sufrimiento. Hubo varias remontadas tanto de los argentinos como de la Selección rusa, pero en los últimos segundos, cuando el partido estaba 77 a 76 a favor de nuestros representantes, Alexey Shved convirtió un triple y, luego, Vitaly Fridzon liquida el choque con un doble. Final, entonces. Fue 81 a 77.
Aunque la Generación Dorada no haya podido conseguir otra presea, se valora mucho el esfuerzo que han hecho desde Atenas 2004, aquella edición de los Juegos Olímpicos en los que la Argentina supo subirse a lo más alto del podio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario